Las rejillas aseguran que el aire fresco pueda ingresar desde el exterior y que el aire interior contaminado o sobrecalentado se pueda evacuar. Las rejillas se utilizan con frecuencia en el sector residencial como acabado exterior para una campana extractora, un armario de ventilación o un extractor de aire doméstico pero también se pueden usar en todo tipo de edificios, desde salas técnicas y hospitales hasta fábricas.
Las rejillas ofrecen un gran valor agregado para realizar un enfriamiento nocturno dejando circular grandes caudales de aire y así evitar el sobrecalentamiento en un edificio. La masa térmica del edificio se enfría y la temperatura interior se mantiene estable durante el día. Esto significa que son esenciales para mantener los edificios funcionales y habitables.
La ventilación nocturna se puede conseguir instalando rejillas específicas en los lados de succión y evacuación del edificio
